Tesoros y entierros

Pácora. Fotografía de Jorge Hernán Arango Vélez

La costumbre de andar buscando tesoros viene de la invasión de los conquistadores españoles porque se pensaba que América ofrecía riquezas sin fin. Todas estas ilusiones se fueron transformando en el mito de El Dorado, que hablaba de un país lleno de oro; sobre esta base se fueron creando numerosas leyendas que alimentaron el entusiasmo por los tesoros, como la del cacique Guatavita, la del Pipintá y el fenómeno de la guaquería o saqueo de sepulturas indígenas en el Quindío.

Hacia 1870 otras leyendas recorren las regiones de Antioquia y Tolima; se trata del tesoro del Rey Palomino y nuevas fábulas con relación a El Dorado y sobre la laguna de Maravélez, donde el jefe indígena se bañaba cubierto de oro en polvo.

Pero los exploradores y aventureros no hallaron tales tesoros y se orientaron hacia la guaquería. El saqueo de las sepulturas indígenas desarrolló su propia cultura y tiene que ver con luces, sonidos y espantos relacionados con los pueblos aborígenes.

En numerosos caseríos y aldeas se habla de los entierros y de los tesoros que encierran y se cree que los espíritus no descansan en paz hasta que alguien encuentre el entierro. Este sistema de esconder tesoros se popularizó en el siglo XIX debió a las guerras civiles porque los ejércitos pasaban por fincas, aldeas y pueblos expropiando el dinero y las joyas que encontraban. Muchas veces moría la persona sin tener tiempo de sacar el baúl con el tesoro y se dice que el alma permanecía penando y daba a la familia señales para que sacara el entierro.

2 comentarios sobre “Tesoros y entierros

  1. Bella recreacion oral del Profesor Albeiro sobredo los tesoros y entierros, leyendas de nuestros ancestros que nos transmitían en las noches, reunidos en familia, alrededor del fogón de leña. No faltaba el pariente que se asustaba y dormía al rincón en la cama de los papás. Bellos recuerdos. Como siempre gran elocuencia narrativa del Profesor Valencia

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