Estas familias colonizadoras, hace unos 150 años, no eran muy amigas del baño; las mujeres se bañaban obligatoriamente cada mes y los hombres eran más descuidados con el aseo de todo el cuerpo; por la tarde, al terminar el trabajo se lavaban muy bien la cara, las manos y los pies; esa era la costumbre.Sigue leyendo «La alimentación, el baño y los parásitos»