
Este 9 de abril se cumplen 76 años del asesinato del dirigente del partido liberal Jorge Eliécer Gaitán, crimen que convulsionó el país y que dio inicio la tenebrosa violencia en Colombia, que aún no ha terminado.
Gaitán era muy conocido en la ciudad por tres hechos históricos: por la defensa de Belisario Rodríguez, quien asesinó a su novia Libia Londoño; por la defensa del teniente Cortés, quien ultimó a balazos al director de la Voz de Caldas, el periodista Eudoro Galarza Ossa; y el tercer hecho fue el discurso de Gaitán en el cementerio San Esteban de Manizales, el 9 de febrero de 1948.
Pocos manizaleños recuerdan a Belisario Rodríguez, maestro de obra y artista, quien trabajó para los ingenieros Papio y Bonarda en la decoración del Palacio Departamental. Al poco tiempo de llegar a Manizales Belisario se enamoró de la señorita Libia Londoño, hija del sastre Narciso Londoño; pensando en el matrimonio le construyó una hermosa casa, situada en inmediaciones de la antigua estación del ferrocarril, en Ondas del Otún, que se conoce como la casa de las muñecas. Este inmueble todavía está en pie afortunadamente. La pareja formalizó el matrimonio, fijaron la fecha, pero la novia se arrepintió y le comunicó a Belisario la triste noticia. Por el golpe recibido el novio entró en depresión y el 24 de diciembre de 1929, en horas de la tarde, Belisario entró a la abundancia El Emporio y empezó a consumir cerveza; por la noche pasó la novia frente al sitio donde estaba Belisario y éste desenfundó el revolver, le disparó tres veces y la asesinó en el acto. Fue detenido y para la primera audiencia contrató los servicios del abogado Arcesio Londoño. Para la segunda audiencia se encargó de la defensa el doctor Jorge Eliécer Gaitán, considerado, en ese momento, el mejor penalista del país. Nadie se quería perder la oratoria de Gaitán. La audiencia se inició en el Aula Máxima del Instituto Universitario; después se continuó en un local más grande en el parque de Bolívar y posteriormente en el Teatro Manizales; dicen que cobraban 20 centavos por entrar. El 18 de julio de 1932 hubo nuevas audiencias y ese día Gaitán sostuvo una fuerte controversia con el médico legista Ricardo Jaramillo Arango, quien con gran seguridad enfrentó el interrogatorio del defensor. Las audiencias finalizaron el 25 de julio de 1932 con la condena del acusado por homicidio voluntario, atenuado, obligado a pagar 6 años de cárcel. De este modo terminó el protagonismo cultural de Belisario Rodríguez, un golpe para la empresa Papio y Bonarda, porque era un verdadero artista, dejó su impronta en el Palacio de la Gobernación. Pero al mismo tiempo creció el protagonismo del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán.
Veamos el otro caso. En febrero de 1926 empezó a circular en Manizales el periódico La Voz de Caldas dirigido por Eudoro Galarza Ossa; era un escritor de corte popular y periodista de vocación. El 12 de octubre de 1938 se encontraba trabajando en su oficina cuando se presentó como una fiera el teniente Jesús María Cortés, del Batallón Ayacucho de Manizales, para reclamar porque uno de los cronistas del periódico había publicado una nota afirmando que el mencionado teniente ultrajaba infamemente a los soldados. El teniente preguntó directamente por el director y cuando don Eudoro se le presentó, sacó un revolver y lo asesinó en el acto. La sociedad manizaleña quedó consternada con el crimen, además, quedaba su viuda y los pequeños hijos huérfanos. Ante los hechos el doctor José Restrepo Restrepo, director del diario La Patria emprendió una campaña de solidaridad entre los principales medios periodísticos del país con el fin de comprar una casa para la familia del periodista sacrificado, considerado en ese momento el primer mártir del periodismo colombiano.
El proceso contra el teniente Cortés se inició en Manizales, pero fue trasladado a Bogotá para brindarle garantías, porque se trataba de un militar y podía ser absuelto. Este hecho lo narra el escritor Arturo Alape en su libro “Bogotazo. Memorias del olvido, abril 9 de 1948”.