
En esta fecha se conmemora la Batalla de Boyacá, la independencia y la consolidación de la república; esta batalla no tuvo mucha importancia militar, pero desató un tremendo efecto político. La Campaña Libertadora empezó el 23 de mayo de 1819 cuando Simón Bolívar se reunió con los jefes militares en la aldea de los Setenta y expuso la estrategia para atravesar los llanos de Casanare, la Cordillera de los Andes, pasar por el territorio de la provincia de Tunja y llegar por sorpresa a Santafé. Este ejército partió de Mantecal, Estado de Apure, en Venezuela, con unos 1.300 soldados de infantería y 800 de caballería, al mando del general Simón Bolívar; la vanguardia patriota estaba comandada por el general Francisco de Paula Santander y la retaguardia por el general José Antonio Anzoátegui; el general Carlos Soublette era el jefe del Estado Mayor. En cuanto a la tropa estaba conformada por venezolanos y soldados granadinos (criollos, mestizos, mulatos, zambos, afrodescendientes e indios) más algunos destacamentos extranjeros como la Legión Británica.
La táctica militar trazada y aprobada era demasiado audaz, porque los españoles no esperaban que un ejército de patriotas, o de insurgentes, se atreviera a cruzar la cordillera para enfrentar a los soldados del coronel José María Barreiro. La ruta era la siguiente: Mantecal, en la región de Barinas; Guasdualito, en Apure; Tame, en Arauca; Pore en Casanare, Páramo de Pisba, Socha, Gámeza, Paipa, Tunja y Santafé. Las batallas más importantes fueron Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá. Todo fue posible gracias al apoyo de los pueblos, especialmente de los campesinos boyacenses que aportaron alimentos, pantalones, camisas, sombreros, ponchos, ruanas y nuevos soldados; además formaron guerrillas para ayudar en el paso de los Andes e impidieron que la tropa realista se uniera al ejército que estaba en Santafé.