
¿Cómo era la educación de los niños en la finca o en la aldea?
Los hijos se formaban al lado del padre y de los adultos, mientras que la actividad doméstica especializaba a las niñas. La educación de los niños se orientaba a las actividades productivas mientras que las niñas se sumergían en labores domésticas que se hacían cada vez más compleja de acuerdo con las exigencias de la finca familiar. No era suficiente preparar los alimentos, atender las gallinas y cerdos, sino que era necesario saber bordar, tejer, coser y administrar una casa.
La enseñanza de los tejidos, bordados y la costura, corría a cargo de la abuela y de la madre y absorbían gran parte del tiempo libre de las niñas; ósea que éstas sacaban tiempo de los juegos pues pasaban de la niñez al matrimonio.
Las abuelas decían que “hilar es tejer el futuro” y en este campo era obligatorio aprender las siguientes labores: hilván, punto de bastilla, pespunte, dobladillo, puto de guante, punto ojal, punto cadena, punto cruzado, pata de gallo, punto espina, sobrecostura, plegado, ojales, presillas, zurcidos, remiendos, vainillas simples y deshilado. Se especializaban en remendar la ropa porque era cara y escasa; ponían remiendos sobre los remiendos.